Muchas han sido las portadas que ha tenido la afamada revista Rolling Stone desde que comenzó su andadura en el año 1967, fundada por Jan Weneer y el crítico de música Ralph J. Gleason. Han dedicado portadas no solo amúsicos y grandes bandas de rock sino también a políticos y relevantes personajes públicos que a veces no tenían ninguna conexión ni con el rock ni con la música.
Desde portadas dedicadas a Elvis especiales dedicados a Charles Manson, pasando por el soul de Little Richard, especiales como el de la muerte de Kurt Cobain o el de Michael Jackson, Metallica, Madonna, Bono, Janet Jackson en una de las manos conocidas donde dos manos desconocidas sujetan sus pechos desnudos, The Doors, Marilyn Manson. Algunas de las que citamos se pueden consultar en el siguiente enlace.
Quizás una de las más populares sea la portada dedicada a John Lennon y Yoko Ono, en la que John, completamente desnudo se encuentra besando el rostro de su mujer. Significativo por lo que ella tiene de importancia, primero en la desunión de la banda original y segundo en la nueva forma de ver la vida que gracias a Yoko adquiere John Lennon gracias a esta artista conceptual. Es una portada muy significativa y se encuentra entre las mejores que ha editado la revista norteamericana. Recordemos que la revista les había dedicado otra portada unos años antes en la que los dos desnudos, vuelven sus cabezas a la cámara en lo que parece un dormitorio desarreglado.
Pero si tenemos que quedarnos con una portada lo hacemos con la dedicada al festival de Woodstock en su número 42, editada el 20 de Septiembre de 1960 y tomada por uno de los principales colaboradores de la revista en estos primeros años de andadura, el fotografo Baron Wolman, al cual se le dedicó una exposición en la ciudad de Salamanca en el año 2008 bajo el título "Yo vi la música" comisariada por Rafael López Borrego, que incluía imágenes tomadas para la revista de los más importantes artistas de la época, como Jimy Hendrix, Keith Rciahrds, Pete Townshend o Janis Joplin.
La portada en cuestión representa a un padre y un hijo que en uno de los momentos de descanso del festival donde acudieron 450.000 personas toman un baño en lo que parece un pequeño lago, donde el agua adquiere un brillo especial., representando el carácter y la libertad que significó este festival para las personas que tuvieron la oportunidad de acudir a verlo y disfrutar en directo.
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