Cuentan las malas lenguas que tras el segundo disco de Nirvana publicado en 1991 con el título Nevermind, un autentico pelotazo en lo que a música rock se refiere (cuantas veces hemos oído Smells like Teen Spirit?), sobre todo por su repercusión mediática, llegaba el momento de presentar un nuevo álbum tras una exitosa gira.
Kurt Cobain se presentó en el despacho del gerifalte discográfico de turno (Geffen era entonces su compañía) y llevaba consigo una maqueta con las nuevas canciones que quería incluir en su nuevo trabajo, quería dar un pequeño cambio a su carrera y demostrar que era un compositor que dominaba diferentes estilos. La cosa parece que no terminó bien y le mandaron directamente a tomar por el culo, ya que se producía un cambio en lo que había hecho Nirvana hasta el momento y la casa discográfica no estaba dispuesta a arriesgar lo más mínimo con un grupo que estaba llenando sus arcas con cada nuevo single que sacaba, unos auténticos revolucionarios, los nuevos héroes del rock y del show bussines.
Este tema torturaba a Kurt sobremanera ya que el creía en un mundo diferente alejado de las grandes corporaciones y del éxito masivo, quizás no quería despertar a la realidad o tal vez la heroína le tenía ya el cerebro distorsionado, vete tu a saber.
El caso es que Kurt tuvo que comerse sus ideas y presentar un disco continuista que sería el último de su carrera titula In Utero, lleno por supuesto de buenas canciones, pero alejado de de los postulados que él quería para demostrar que era un buen chaval que sabía hacer otro tipo de cosas, cruel destino.
Como decía, comentan las malas lenguas que muchas de las canciones que iban a estar en ese proyecto que presentó en Geffen se dan cita en el disco editado por la que entonces era su mujer, Courtney Love que se encontraba al frente de Hole, cuyo segundo trabajo titulado Live Through This supone una ruptura con lo que ellas habían hecho en el primero y se acerca a postulados más similares a la música de Nirvana y el punk de los años 90.
Hay gente que lo niega, pero también los hay quien dicen que ni una sola canción fue compuesta por las componentes del grupo y que Kurt Cobain se encargó de todo el álbum Los hay que afirman que solo participó en algunas composiciones Lo que si es cierto es que participa haciendo coros en alguna de las mismas. También es cierto que la conexión es innegable. La transición de momentos pausados que se aceleran sobremanera en el estribillo con una explosión general de voz y guitarra nos recuerda el espíritu de Nirvana, canciones como Violet, Miss World, Asking for it o Rock Star son muy buenos ejemplos de ello.
No hay que negar que muchos grupos han sido influidos por otros, preguntémosle a los mismos Nirvana su opinión sobre Pixies o a Pearl Jam sobre Neil Young. Es muy posible que la convivencia hiciera que hubiera otro tipo de intercambios que no fueran solo de fluidos y que Courtney se subiera a un carro de éxito.
El disco es muy bueno y no tiene desperdicio lo hiciera quien lo hiciera, fue publicado en el año 1994, una semana después del suicidio de Kurt Cobain, quizás todo el rumor fuera una maniobra para vender más y es que, como ya sabemos, la industria y el negocio no entiende lo que es el respeto sino solo hacer dinero, aunque sea creando necesidad tras la muerte. El mp3 se encargó de poner en su sitio a esa voracidad sin límites.
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