martes, febrero 05, 2013

Las mejores canciones de Tino Casal clave durante la movida


Tino Casal es una de las figuras más importantes de la música de los años 80 y una de las claves para entender la movida madrileña que marca los años de la transición entre los años 70 y 80 y entre la salida de la dictadura y la consolidación de la democracia en España.
Su forma de entender la música, su formación, marcada por una larga estancia en Londres, su estética, la forma de comportarse en el escenario y su forma de vestir y decorar sus escenarios, con un gusto por lo barroco y lo excéntrico  hacían que sus actuaciones no pasaran inadvertidas sino que tuvieran un algo diferente que hiciera que el público se sintiera identificado con el artista.
Tino estuvo siempre ligado al mundo de la música, de una manera o de otra y colaboró con diferentes grupos, algunos cercanos a su forma de entender la música y otros alejados, como por ejemplo Obus, grupo con el que ejerció como productor.
Cinco son los discos que editó antes de encontrar la muerte en accidente de tráfico. Deberíamos decir que en la época se especulaba con su muerte al igual que se hace en España con cualquier persona que triunfa. Su fama de raro le hacían contraer todo tipo de enfermedades mortales o consumir todo tipo de drogas, razones sobre las que no se tenía la más mínima prueba, pero este país es así, cuando alguien triunfas o es maricón o drogadicto.
El productor Julián Ruiz está presente en muchas de las grabaciones del genio asturiano, al igual que en otros muchos artistas que practicaban techno pop en los años 80, como por ejemplo Azul y Negro, que también alcanzaron un gran éxito en aquellos años.
Una de las claves de los dos grupos fue que sus canciones fueron elegidas como banda sonora de la vuelta ciclista a España, cuando esta se hacía en primavera y cuando era seguida masivamente por el público, así sucedió con la canción Pánico en el Eden, aunque ya había tenido éxito con otras canciones como Champu de Huevo, Billy Boy, Embrujada o Poker para un Perdedor. Pero la vuelta ciclista es la culminación a toda una serie de trabajos que le dan a conocer al gran público.
Un esguince mal curado le llevó a permanecer en el dique seco durante cuatro años, para regresar con energías renovadas y una canción que marca el regreso al estrellato, una canción que es una versión cantada en 1968 por Barry Ryan, se trata de Eloise.
Como hemos dicho era un gran artista y un gran compositor que buscaba nuevos sonidos con una estética, cuanto menos, diferente. Un gran pérdida y temprana, algo que ocurrió con otros grandes artistas del momento como Carlos Berlanga, alma mater de Alaska y Dinarama y uno de los mejores compositores del techno pop español.

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